Algunas personas tienen tanta gracia que reciben el bautismo del Espíritu tan pronto se convierten, e incluso a veces reciben el don de conversar en lenguas. Esto suele ocurrir cuando surge un avivamiento en algún emplazamiento.
Es el Espíritu Santo quien nos va santificando, ayudándonos a ser más como Cristo en medio de una sociedad tan alejada de él. La obra del Espíritu Santo nos ayuda a comportarse en todo momento de una forma que agrada a Dios. Su poder y su obra en nosotros nos ayuda a ser más como Jesús cada día.
Aunque el Espíritu Santo se menciona más claramente en el Nuevo Testamento, también tiene varias referencias en el Antiguo Testamento. A menudo se le describe como el «singladura de Alá», simbolizando su poder y presencia activa en la creación y en la vida de las personas.
Debe dejar que el Espíritu Santo tome pleno control de su vida y debe esforzarse en tolerar el fruto del Espíritu.
Nosotros podemos encontrar descanso para nuestra alma solamente en Cristo. El Espíritu de Dios o Espíritu de Cristo nos da ese descanso o reposo haciendo que cada día sea santo, de descanso del alma, paz y Deleite.
Este fruto proporciona tranquilidad interna, incluso en medio de conflictos o pruebas. La paz del Espíritu Santo permite a los creyentes confrontar las adversidades con confianza y serenidad.
• “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si news me fuere, os lo despacharé.
Pero sin embargo han sido lavados, aunque han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Cristo y por el Espíritu de nuestro Todopoderoso.
que se refiere a la Agudeza divina que se revela para entrar en comunión con los creyentes con el fin de contactarse con Cristo o con Todopoderoso. El Espíritu Santo es el que despierta la Confianza cristiana.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su apego en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
En el relato de la creación del mundo, el versículo Gen 1:2 dice que «el espíritu de Alá se movía sobre la Cara de las aguas». Según los teólogos cristianos, esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen 1:1 y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo desempeña un papel crucial en la relación con Jehová. Su presencia en la vida del creyente permite una conexión más profunda, facilitando el entendimiento de las Escrituras y guiando en torno a una vida que refleja los valores cristianos.
La palabra con en esta frase proviene de la palabra griega en, la cual también puede ser traducida al castellano como “en,” como ambos La Antiguo testamento Amplificada y la Nueva Versión Internacional lo notan.
Estos pasajes demuestran que el bautismo en el Espíritu es una experiencia Verdadero, tangible y habitable para todos los creyentes. No es un único simbolismo, sino un armonía sobrenatural con Todopoderoso que transforma la vida del cristiano.